sábado, 6 de octubre de 2012

LOS BANDOLEROS VUELVEN A LA SIERRA DE CÁDIZ

Más de cien actores, vecinos de Grazalema y Benamahoma, reviven pasajes de la vida del bandolero El Tempranillo.
Andalucía por descubrir
Los bandoleros vuelven a la Sierra de Cádiz
Grazalema y Benamahoma, dos de las más bellas estampas de la 'Ruta de los Pueblos Blancos' gaditana, recrean estos días la estrecha vinculación que sus gentes y su paisaje mantuvieron con José María el Tempranillo, uno de los más famosos bandoleros.
Los bandoleros vuelven a la Sierra de Cádiz. Y lo hacen a modo de recreación teatral del 5 al 7 de octubre. El espectáculo lleva por título Sangre y Amor en La Sierra y cuenta la vida y obra José María el Tempranillo, un bandolero enaltecido por la aureola del romanticismo, la justicia y la leyenda. Más de cien actores, vecinos de Grazalema y Benamahoma, revivirán escenas y pasajes de su vida. Por unos días, la sierra retrocede en el tiempo y los vecinos visten con la indumentaria de la Andalucía del XIX. Entre las escenas destacan aquellas que hacen referencia a la Constitución de 1812, bicentenario que Cádiz celebra estos meses.
Grazalema se transforma para que todos conozcan cómo era la vida cotidiana en la época de los bandoleros y los episodios más relevantes que el Tempranillo vivió en 1832 en este pueblo de la Sierra de Cádiz: su boda, la muerte de su esposa y el nacimiento de su hijo. Cada año, los organizadores buscan un pregonero que le dé prestigio y difusión a esta fiesta y, en esta ocasión, han optado por el actor Alfonso Bergara, que interpreta al bandolero El Chato en la seria de televisión Bandolera. Esta vez, los niños volvieron a tener un especial protagonismo a través de una una mini recreación el fin de semana del 29 de septiembre.
Hasta la medianoche
Las representaciones comenzarán el viernes a las 6. Tras el pregón y la apertura de puestos de la época, llegará El Tempranillo con su partida. Las escenificaciones se intercalarán con actuaciones de cante y baile flamenco. Por la noche será la boda del bandolero con María Jerónima, de la vecina población de Torre Alháquime. El festejo continuará hasta pasada la medianoche. El sábado, una salva de disparos de trabucos despertará a la población. Proseguirá con el anuncio del parto y posterior muerte de la mujer de El Tempranillo, ya por la tarde.

Vista de los Pueblos Blancos.
Las actuaciones seguirán por los escenarios naturales y decorados realizados por los vecinos. Por último, el domingo desde bien temprano se repetirán de nuevo los asaltos y las disputas entre los bandoleros y los migueletes -los soldados del Rey Fernando VII- y tendrá lugar el bautizo del hijo de El Tempranillo, que culminará con un baile de celebración con música tradicional.
Grazalema, además, es una de paradas más ilustres de la ruta turística más antigua de España. La abrieron los viajeros románticos y a poco estuvieron de incluirla en su tour, que era la hoja de ruta que se marcaban desde sus capitales europeas antes de subir a los carruajes que los traían hasta España. Grazalema forma parte de la Ruta de los Pueblos Blancos, un itinerario que parte de Arcos de la Frontera y termina en Ronda, ya en Málaga. En el camino, los senderos se vuelven quebradizos y empinados, rugosos y escarpados cuando el caminante llega hasta Zahara de la Sierra, incluso antes, con sólo alcanzar Algodonales, Olvera o Setenil de las Bodegas.
Blanca como la nieve

José María el Tempranillo.

Pero no nos basta sólo con la presencia del agua y la montaña. Grazalema nos hace saber que fue un territorio andado y batallado por la presencia de los castillos y las atalayas que se levantan en los peñascos más presuntuosos y altaneros de la sierra. Grazalema es blanca como la nieve. El caserío aparece extendido entre lomas y valles minúsculos a la vuelta del cerro de San Cristóbal, un montículo pedregoso y simbólico. En el caserío hay tres iglesias. La parroquia de la Encarnación es la más antigua, pero la más importante es la de la Aurora, un templo engrandecido de planta octogonal edificado en el siglo XVIII.
Frente al templo está el Ayuntamiento y la calle que baja hasta la iglesia de la Encarnación, de origen mudéjar. Otras calles como Las Piedras o Mateos Gago conducen al barrio alto de Grazalema, donde se sitúa la iglesia de San Juan, presumiblemente levantada sobre los restos de una mezquita árabe. No lejos de allí está el mirador de los Peñascos. Habrá merecido la pena subir hasta aquí para advertir la hermosa vista de la sierra y el cauce alto del río Guadalete. Más modesta es la iglesia de San Juan, levantada sobre una mezquita árabe.
Fuente: Artículo de El Mundo

1 comentario: